Gracias a la iniciativa de algunos matrimonios, motivados por el casamiento de una pareja de amigos, hace unos meses, se concretó la idea de renovar las promesas matrimoniales e invitar a todos los quisieran adherir a esta idea. Se realizó dentro del marco del 50º aniversario del Movimiento Familias Nuevas, en el Centro Mariápolis de Alta Gracia, el sábado 1 de julio.
“Todas las parejas nos preparamos con gran alegría y solemnidad para este momento donde por ejemplo un matrimonio hizo confeccionar nuevamente las alianzas porque el marido había perdido la suya hacía tiempo.
Fuimos 41 matrimonios, de 6 meses hasta 50 años de casados, que participamos del evento acompañados por otros miembros del Movimiento como también por parientes, amigos, vecinos, padres de compañeros de trabajo. Fue un hermoso día soleado donde más de 200 personas, niños y adultos, disfrutamos armoniosamente de la jornada.
Iniciamos la mañana contando cómo surgió la idea de este encuentro, qué es el Movimiento Familias Nuevas y presentando el “Dado del Amor” para la familia con sus 6 caras que nos proponen vivir el amor evangélico en nuestros hogares.
Compartimos experiencias de familias sobre cómo viven estos aspectos e invitamos a los presentes a vivir alguna frase del Dado durante el día. Cerramos este momento con una proyección de fotos de cada pareja en el día de su boda, con sus hijos y de la actualidad fue un momento que nos conmovió a todos.
En este clima de auténtica familia celebramos la Santa Misa presidida por Monseñor Ricardo Seirutti, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Córdoba, referente de la Pastoral Familiar, con quien habíamos preparado con premura la celebración. La lectura del Evangelio elegida por Mons. Seirutti en la que Jesús le pregunta a Pedro: “¿Me amas más que estos?” (Jn 21,15) fue inspiradora para poder entre esposos mirarnos a los ojos y volver a reencontrarnos en esa promesa de amor conyugal en la que nos dijimos “Te amo más que nadie”. Así los 41 matrimonios volvimos a decirnos SI delante de Dios y la comunidad en un “murmullo” solemne, sagrado, íntimo y colectivo a la vez.
Al finalizar la celebración regalamos a cada matrimonio el Dado del Amor como propuesta para vivirlo en familia. Para festejar realizamos un almuerzo comunitario a la canasta y… ¡comenzó la fiesta en el parque con el consabido vals y música de las distintas décadas! ¡Una verdadera fiesta de la familia, donde nos sentimos Familia de familias!”.
“Para mi esposa y para mí fue un momento de comunión y de recomenzar muy importante.” Alejandro
“No podría haber sido más hermoso junto a familiares, amigos, personas como nosotros, delante de Dios… y vamos por más. Gracias por poder compartir la gracia del amor.” Bernardita
“Lo que vivimos fue un renacer con Jesús en Medio nuestro. ¡Un Gracias inmenso!¡Cuántos regalos del Padre!¡Muy emotiva la ceremonia y una verdadera fiesta después! Nos hizo mucho bien tanto la renovación de las promesas, como el testimonio de los matrimonios grandes celebrando su amor con tanta alegría.” Marcela
“Ha sido la posibilidad renovar nuestro vínculo y hacerlo junto a otros matrimonios nos hace sentir que no estamos solos.” Raúl
“Después de ese momento donde cada pareja se preguntaba ¿me amas más que a estos? ¡Era impresionante verlo y participar desde las filas de atrás! Me sentí identificada con lo que dijo Mons. Seirutti, “donde pasa el Amor, pasa Dios.” Griselda
“¡Si! Re-comprometernos en la aventura que empezamos algunos hace añares y otros hace poco. Emotivo, serio, y ¡con un Padre Obispo celebrándonos la misa! ¡Un gracias a todos!” Mariano
“Fue una caricia para el alma. Una fiesta sencilla que expresaba el Amor de Dios. Un momento de la entera familia: suegras, amigos, hermanos, hijos, nueras y yernos y nietos, personas de la comunidad, matrimonios conocidos y otros totalmente nuevos, participando de la alegría de nuestro renovado SI. Durante todo el día fue una fiesta donde primaba la alegría y la armonía.” Liliana
“Fue un testimonio sin palabras de una vida que habla por sí misma. Una manifestación alegre, libre, profunda, serena y con una presencia especial de Jesús en medio de la comunidad que nos hizo participar plenamente de un día de Gracia. ¡Un modo nuevo de hablar de la riqueza que es la familia!!” Juan