Amante de la vida y de su Asturias natal, Zaida nace en un pueblecito cerca de Oviedo hace 75 años. Es la mayor de sus hermanos y durante un tiempo será la única niña de la familia, lo que hizo que la quisieran de una manera muy especial. Tuvo una infancia feliz, creciendo con el amor de su familia y con las características de su tierra: firmeza y nobleza.
Siendo muy joven obtuvo plaza como maestra en las Islas Canarias. Tenía ya unas enraizadas convicciones religiosas cuando, en 1965, conoció a “cinco chicas de cuatro países distintos” que acompañaban al P. Peyton en su Campaña del Rosario. Le impresionó mucho la relación que tenían entre ella, recordándole la frase del evangelio “Mirad cómo se aman”. Zaida las observaba y preguntaba. Finalmente consiguió que le contaran… “eran tiempos de guerra y todo se destruía”. Quiso ser como ellas.
Un año después se marcha a los alrededores de Roma, a la escuela de formación. A su vuelta a España, vive los primeros años en los que se difunde el Movimiento de los Focolares por la península. Continúa desarrollando con pasión, su trabajo de maestra y viaja a muchas ciudades de España llevando el Ideal de la Unidad. Desde muchas de ellas ahora han escrito para decir: “Zaida es la primera focolarina que conocí”, “Zaida vino a mi pueblo, sólo para saludarme a mí”. De esta manera va sembrando por todas partes, trabajando silenciosamente; junto a Toñi López, eran únicas buscando casas para las Mariápolis, manteniendo relaciones durante años. También trabajó durante largos y difíciles años en el campo del ecumenismo, en el Consejo de Redacción de Ciudad Nueva, buscando siempre el prepararse de la mejor manera posible para desarrollar estas tareas lo más competentemente posible. Tampoco se puede olvidar el trabajo y las relaciones construidas con tantas personas al hacer los envíos de la Palabra de Vida mensual en lengua castellana. O la venta de libros de Ciudad Nueva que realizaba en el Centro Mariápolis Luminosa, con dedicación y amor concreto hacia cada persona: “tengo preparado un paquete con libros que seguro que le interesan a esta persona que viene la semana próxima; en cambio, para este otro, mejor éstos…” solía decir una y otra vez..
Una vez jubilada, comienza a trabajar para el proceso de beatificación de Margarita Bavosi, Luminosa. “El regalo más grande que Chiara me ha hecho, después del Ideal”, dirá la misma Zaida. Y a este nuevo encargo se dedica como ella era: con pasión, constancia y precisión. Busca, transcribe, organiza la abundante documentación existente de y sobre Luminosa. Parece que juntas han vivido estos últimos años de carrera a la santidad, de Santo Viaje, como les gustaba definirlo, siguiendo las palabras de Chiara Lubich. Un Santo Viaje que no se quedaba en los papeles que manejaba; sino que se traducía en vida y en amor concreto hacia cada persona que conocía y con la que provocaba una relación. Sabía disfrutar con los suyos, estar donde debía… cuidando a su madre, visitando a sus tíos enfermos, reuniendo a la familia para el cumpleaños, haciendo regalos personalizados para cada persona,…
Y sus últimos meses de vida aquí, han sido un salto en esa dirección. Los dos últimos meses, en el hospital, ingresada de manera imprevista. Momentos difíciles en los que siempre intentaba sonreír a todos, casi su única forma de comunicación; una sonrisa que acariciaba el alma, viva expresión de su nombre nuevo: Sorri, sonrisa de Jesús Abandonado, dado por Chiara durante un encuentro en 1969.
Serena y rodeada de sus seres queridos, llegó a la casa del Padre el 6 de febrero de 2014.
Comentarios
Un año más recordar a Zaida, su vida y su sonrisa, es un impulso a seguir creciendo en ese amor concreto y alegre!!!
gracias Zaida y …que sepas que seguimos contando contigo!!!
Gracias Zaida por tu chispa siempre dispuesta a encender la relación.
De todo lo que se ha dicho de ella quisiera resaltar dos cualidades importantes en ella, la fidelidad al Esposo y la perseverancia en el Amor, nuestras vidas transcurrieron paralelas en los cincuenta años que nos hemos conocido y convivido, pero una cosa me llegó al alma,cuando por circunstancias estuve lejana del Movimiento en un momento difícil para mi, ella era la única que me llamaba,se interesaba y me ponía al día; fue ese Amor perseverante durante más de veinte años que logró mi retorrno.